No hay momento del día que no aprovechemos para tomar fotos de nuestros hijos. Hoy, la tecnología nos permite hacerlo literalmente al segundo. Pero muchas veces, aquellas fotos realmente importantes se pierden en una montaña de archivos. ¿Cuáles son aquellas fotos que por ningún motivo debes borrar?
Es sencillo: aquellas que al verlas muchos años después sean capaces de estremecer el corazón de tu hijo. No importa si haya llegado de viaje desde muy lejos, o si han estado distanciados por algunas diferencias. Esas fotos serán capaces de acortar cualquier distancia entre ustedes.
Cuando de bebé se quedó dormido sobre tu pecho
Y tú te dormiste con él. Una foto como esta transmite el sacrificio que los padres estamos dispuestos a hacer por nuestros hijos. Horas en vela, cambio de pañales, preparación de la leche, dudas sobre su salud, bañarlo, hacerlo dormir. Todo esto se resume en una sola foto. Es más que seguro que cuando tu hijo vea una foto parecida, se emocionará muchísimo.
Mirándose y sonriendo, cara a cara
Aquellas fotos en que cargamos a nuestros hijos y nos iluminan el día con una sonrisa no tienen precio. La inocencia y la alegría de un niño se expresa con la naturalidad de una sonrisa frente a aquellos junto a quienes se sienten protegidos y queridos.
Cada vez que padres e hijos intercambian así las miradas, se fortalecen mutuamente. Luego de muchos años, tal vez tu hijo no sienta ya la necesidad de estar cerca de ti tanto como entonces, pero ver una foto cargada de magia como esta, le hará recordar que aquellas dos personas son esencialmente las mismas hoy, y por lo tanto igual de capaces de estrechar sus lazos y ser felices juntos nuevamente.
Jugando pelota en el parque
En general, cualquier imagen en la que estés disfrutando de un día al aire libre con tu hijo. Puede ser en los juegos mecánicos, montando bicicleta y muchas otras actividades más.
A lo mejor, tu hijo se dedicó a algo parecido o desarrolló una afición que partió del gusto por salir contigo a jugar al parque. Ese valioso tesoro también significa el tiempo compartido contigo cuando fue niño, confirmando lo mucho que te ocupabas de él. Esos tiempos para compartir probablemente se hicieron cada vez más escasos, por estudios, viajes o cuando finalmente decidió formar su propia familia.
Mostrarle esa foto por sorpresa hará propicia a una gran conversación, un fuerte abrazo y un compromiso por verse más seguido.
Explosión de carcajadas
Este tipo de fotos generalmente están cubiertas en más de la mitad por el rostro de tu hijo. Una carcajada es difícil de fotografiar, pero si cuentas con una de tu hijo no sabes la maravilla que tienes; compartir una foto así con tu hijo ya mayor puede hacer milagros.
"Fuiste muy feliz con nosotros", es lo que comunica una carcajada de la que su contagiosa sonoridad y emotividad difícilmente se borrará de tu mente y tu alma. Lo más probable entonces es que hayas hecho mucho por provocar esa felicidad en tu hijo como darle libertad de creación, compartir juegos, sorprenderle con algo, sintonizar con su forma de ver el mundo.
Ver resta foto puede ayudarte a recapacitar, si es que consideras que te has endurecido con el paso de los años.
Ese abrazo con el que te ahogó de amor
De este tipo de fotos puede que haya muchas, pero alguna de ellas debe tener un signifcado muy especial, tal vez por algo que sucedió antes o después, tal vez porque era en ese preciso instante en que más lo necesitabas. A lo mejor tu hijo lo presintió entonces, saltó a tus brazos, te susurró "eres mi ángel, papá", estremeció tu corazón y le dio nuevo sentido a tu vida.
Si tienes fotos como estas o que tengan un valor especial para ti y tu hijo, trátalas con especial cuidado, puede que en el futuro les hagan mucha falta a los dos.
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